ALICE MUNRO, PREMIO NOBEL DE LITERATURA.

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La preocupación, y también la ilusión, ha venido después, cuando he comenzado a leer artículos sobre esta escritora y su obra. El último el del buen escritor norteamericano Jonathan Franzen (de este sí he leído por ejemplo Las correcciones que me gustó mucho y que recomiendo). Franzen ha dicho de ella cosas como: "…Leer a Munro me lleva a ese estado de reflexión tranquila en que pienso en mi propia vida: en las decisiones que he tomado, las cosas que he hecho y no he hecho, la clase de persona que soy, la perspectiva de la muerte. Ella es uno de los pocos escritores –algunos vivos, la mayoría muertos– que tengo en mente cuando digo que la narrativa es mi religión. Porque mientras me hallo inmerso en un cuento de Munro estoy concediendo a un personaje imaginario el mismo respeto solemne y callado y el profundo interés que me concedo a mí en mis mejores momentos como ser humano…". Qué bonito y qué orgullo debe sentir un escritor cuando un colega de éxito como Franzen dice de él, o de ella en este caso, cosas tan hermosas e importantes como estas.

 
En definitiva, que mañana mismo busco un libro de cuentos de esta escritora que, por lo que leo de terceros, tan merecidamente ha obtenido el Nobel de Literatura de este año. 

Trause.