SABIA SENCILLEZ: DE RAMÓN CORZO Y EL REDESCUBRIMIENTO DE "ENCARNITA" AL ARROZ NEGRO CON CHIPIRONES DE JOSÉ MARÍA EGAÉA

Cuando Ángel Sánchez Harguindey escribió su reseña en el periódico con el que colaboraba con motivo del primer centenario del nacimiento de Julio Caro Baroja dijo: ??si hubiera que definir con una palabra a Caro Baroja, ésta sería sabio. Y si hubiera que definirlo con dos, serían sabia sencillez?. Eso percibía de Ramón Corzo cuando nos acompañaba por la casa de los Pinelo, sede de las academias sevillanas de Buenas Letras y Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Sabia sencillez. Ramón Corzo es historiador del arte, profesor de la Universidad de Sevilla, arqueólogo, académico de Bellas Artes y autor de numerosas publicaciones. Con él realizamos un amenísimo paseo por la historia de esta casa del renacimiento sevillano, recorrimos sus salones, conocimos sus colecciones, capilla y patios, donde en uno de ellos, mira por donde, nos encontramos con la diosa Pomona, la diosa de las frutas y las huertas, o ??Encarnita? como llamaban los antiguos placeros del mercado de la Encarnación a la escultura femenina que decoraba la fachada principal de la plaza y que encontró acogida en esta casa cuando la Encarnación murió para reencarnarse en ??Las Setas?.

La misma sabia sencillez me transmitía José Mari Egaña en su restaurante Egaña Santo, donde fuimos a repostar después de visitar la casa de la calle Abades. Su arroz negro con chipirones volvió a alcanzar, para mí, niveles dignos de ingreso en la academia de Bellas Artes. Ramón, fíchalo para la Academia. La familia Egaña es sin duda una gran referencia gastronómica en Sevilla desde hace años, y digo familia, porque ya en la cocina trabaja la segunda generación en labores de repostería. Pero a pesar de ser una referencia, desde que dejaron el restaurante Oriza no acaban de encontrar su posicionamiento en una ciudad en la que el tapeo está acabando con la mesa y el mantel. Quizás sea porque el gran público identifica Egaña con altos precios, aunque no lo parece cuando disponen de menús desde 18 euros. Más me parece algo propio de una ciudad bastante gregaria por la que figuras como Ramón Corzo y José Mari Egaña discurren de puntillas. Con sabia sencillez.

Galería de fotos